domingo, 3 de octubre de 2010

FASCISMO


El fascismo es una ideología y un movimiento político que surgió en la Europa de entreguerras (1918-1939).

El fascismo es una ideología política fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a la sociedad.
Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socio espiritual indivisible.[9] El fascismo utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.
El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo. Aprovecha demagógicamente los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda,[10] y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población.
Al fascismo lo podemos describir como:
El fascismo es un sistema político que trata de llevar a cabo un encuadramiento unitario de una sociedad en crisis dentro de una dimensión dinámica y trágica promoviendo la movilización de masas por medio de la identificación de las reivindicaciones sociales con las reivindicaciones nacionales.

Nacionalismo de vencidos

Se suele indicar que una característica de los países donde triunfaron los movimientos fascistas fue la reacción de humillación nacional por la derrota[22] en la Primera Guerra Mundial

Componente social

La componente social del fascismo pretende ser interclasista y antiindividualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército

Relación con el capitalismo y el socialismo


Una de las razones de considerar usualmente al fascismo como un movimiento de derecha política suele ser la alianza estratégica del fascismo con los intereses de las clases económicas más poderosas,

Agrarismo.

Es propio de los movimientos fascistas, tanto en la retórica como en ciertos programas económicos y sociales, la identificación con la tierra y los valores campesinos frente a la decadencia y corrupción que se denuncian en las masas urbanas desarraigadas, lo que a veces se veía como una tensión entre modernidad y tradición

Totalitarismo.

El fascismo es un movimiento totalitario en la medida en que aspira a intervenir en la totalidad de los aspectos de la vida del individuo.

Imperialismo.

Otro de los rasgos clásicos del fascismo es el imperialismo, entendido como una política exterior expansiva y agresiva, que proporciona una útil identificación de intereses en el interior, volcando las energías hacia un enemigo común evitando la expresión de los conflictos internos.
El fascismo se  fue desarrollando en los siguientes países:
Italia, Alemania, Austria, suiza, Europa oriental, Rumania, Bulgaria, Grecia, Hungría, Croacia, Albania, Eslovaquia, Finlandia, estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Europa noroccidental, suecia, Dinamarca,  Bélgica, holanda, noruega, Francia, península ibérica, España, Portugal, países anglosajones, reino unido, irlanda, Australia, Canadá, estados unidos, Asia, Japón, china, Líbano, Sudáfrica, Latinoamérica, brasil, Colombia México y otros países.

Pervivencia del concepto hasta la actualidad

El fascismo en sus expresiones más tradicionales resurgió en las décadas de los 80 y 90 del siglo XX bajo los nombres de neofascismo y movimiento neonazi, que en sus formas más marginales reproduce la estética retro y actitudes similares (violencia juvenil callejera). Como movimiento político de presencia institucional, en Italia apareció después de la Segunda Guerra Mundial bajo la forma del partido político Movimento Sáciale Italiano (Movimimiento Social Italiano, misinos), que con el tiempo buscaría una presencia más asumible por el régimen político democrático bajo el nombre de Alleanza Nazionale (Alianza Nacional) y se redefinió como postfascista, llegando al gobierno italiano (Gianfranco Fini, bajo la presidencia de Silvio Berlusconi, 1994).

viernes, 17 de septiembre de 2010

FRANCISCO FRANCO

Se conoce como dictadura de Francisco Franco, dictadura de Franco, dictadura franquista o franquismo, al periodo de la historia de España correspondiente con el ejercicio por el general Francisco Franco Bahamonde o el caudillo de la jefatura del Estado y con el desarrollo del franquismo, esto es desde el final de la Guerra Civil Española en 1939, hasta su muerte y sucesión en 1975.4 Su amplia dimensión temporal y la marcada presencia del propio Franco en toda ella hace que a menudo se utilice para designarla la expresión era de Franco.
En los años 40 la dictadura militar se afianzó mediante la represión política y económica de los opositores y mantuvo una política económica basada en la autarquía, provocada por la Segunda Guerra Mundial en la que la dictadura franquista tuvo una participación División Azul en el marco de la política no beligerancia, y el consiguiente aislamiento, promovido por los aliados en el seno de la recién creada ONU.
En los años 50, en el marco de la Guerra Fría la posición geográfica de España y su dictadura militar se acabaron convirtiendo en estratégicos para Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La alianza de España con los Estados Unidos acabó con el aislamiento internacional y abrió la economía. Sin embargo ésta quedó definitivamente por detrás de las economías de las democracias europeas, que en la guerra mundial habían sufrido desastres similares al de la guerra civil española.
En los años 60 y principios de los 70, el desarrollismo económico mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. Empezaron las movilizaciones de oposición a la dictadura por parte de trabajadores y estudiantes.
El rey Juan Carlos I fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado, y a su muerte juró acatar los Principios del Movimiento Nacional destinados a perpetuar la dictadura franquista. Sin embargo se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política. Su resultado, 94% a favor de la reforma, inició la Transición Española hacia la democracia parlamentaria.
Características de la dictadura franquista
Las bases de la dictadura fueron entre otras el nacionalismo español, el catolicismo y el anticomunismo, que sirvieron de apoyo a un gobierno de dictadura militar autoritaria que se autoproclamó como "democracia orgánica" en oposición a la democracia parlamentaria.
A partir de las derrotas de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, el general Franco promulgo el Fuero de los Españoles (17 de julio de 1945) con ello, redujo la importancia de la Falange Tradicionalista y se concedió más importancia al componente católico.[6] A partir de entonces, la dictadura se va deshaciendo de su carácter pro-fascista, aunque sigue utilizando su simbología. La dictadura tuvo que buscar nuevas alianzas internacionales. En la década de los años 60 apareció una generación de políticos tecnócratas formados en el Opus Dei y se rompió el aislamiento internacional. La dictadura militar se caracterizó por:
  • Carencia de Constitución. Al rechazar el liberalismo se negó el sufragio universal. Los cargos políticos se ocupaban por designación, no por elección.
  • Inexistencia de partidos. Los partidos políticos estaban prohibidos al ser considerados estos por la dictadura como sembradores de divisiones.
  • Concentración del poder. Franco podía legislar por decreto. Hasta 1942 no existieron Cortes pero éstas aparecieron como un órgano que sólo se limitaba a respaldar las indicaciones del Jefe del Estado. Sin ninguna base democrática.
  • Restricciones a las libertades de asociación y de reunión. Un grupo de más de 20 personas sólo podía reunirse si tenía un permiso del gobernador civil.
  • Absoluto control de la información. La prensa hubo de someterse a censura previa, hasta la ley de Prensa de 1966. Este control permitió una propaganda favorable a la dictadura.
  • Asignación del mantenimiento del orden a las fuerzas armadas, con lo que el ejército asumió las funciones de policía.
  • Sindicatos verticales. En teoría el régimen se nutría ideológicamente de la Falange, pero en la práctica lo que hizo fue adaptar el falangismo a sus propios intereses. La concepción falangista de unos sindicatos en los que estuvieran encuadrados patronos y obreros (eso significa verticales), para impedir la lucha de clases y resolver por arbitraje los conflictos sociales, se completó con la subordinación de los sindicatos al gobierno. El delegado nacional de sindicatos tuvo cargo de ministro. Las huelgas estaban prohibidas.

Cortes Españolas

La Ley Constitutiva de las Cortes o simplemente Ley de Cortes de 17 de julio de 1942 fue promulgada durante la primera etapa del régimen franquista, a fin de dar una apariencia de parlamentarismo a la dictadura.

Establecía la formación de una asamblea unicameral de elección indirecta con teórica iniciativa legal, aunque ésta residía en la figura de Franco desde el momento de la promulgación de la Ley de agosto de 1939, que le atribuía la capacidad de dictar normas sin ningún tipo de condicionantes.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Militarismo japonés 禁 密 註 特 印

El militarismo japonés hace referencia al militarismo, creencia filosófica que se basa en que el personal militar (el ejército o la marina de guerra) debería ejercitar pleno poder en una nación. En la doctrina militarista, la fuerza de las fuerzas armadas es igual a la fuerza de una nación. Este artículo se enfoca en el crecimiento del militarismo en Japón en los inicios del siglo XX, y su impacto en la Segunda Guerra Mundial.
Durante el período Taishō, Japón gozó un corto período de carácter democrático (llamado Democracia de Taisho). Aunque las fuerzas armadas tenían una gran independencia de influencia política debido al modelo prusiano con el que se formó la constitución Meiji, varias tentativas diplomáticas favorecieron la paz:
• 1932, Japón firma el Pacto de Desarme en un conferencia en Washington.441
• 1927, Japón se une al Pacto Briand-Kellogg de renuncia a la guerra
• 1930, Japón firma el Tratado Naval de Londres y acepta disminuir el capital invertido a la fuerza naval.

En 1918, Japón también padeció graves problemas sociales, que impulsaron cambios en el gobierno, en ese año, Hara, líder conservador, fue designado primer ministro en contra de la voluntad de los líderes militares, la oposición fue tal, que en 1921, Hara murió asesinado, y lo sustituyo el almirante Kato.
A la muerte de Kato, el varón Tanaka dejó ver sus pretensiones imperialistas, y el ejército sumado a estas pretensiones logró la elevación de Seiyukai como primer ministro. La política adoptada por Japón fue la des expansionismo económico promoviendo la expansión de grandes monopolios que inundarían al mundo de los productos japoneses.


La plutocracia, creía que lo ideal era la organización de un estado severamente militarizado, que controlara los monopolios y el trabajo, para así poder mejorar sus fortunas.
Años 1870. El antiguo samurái disconforme había establecido sociedades y organizaciones patrióticas, como la Sociedad del Océano Negro (gen'yosha 玄洋社, fundado en 1881) y su posterior rama, la Sociedad del Dragón Negro (Kokuryukai 黒龍会) o Sociedad del Río Amur fundada en 1901. Después de las victorias de Japón sobre China y Rusia, los ultra nacionalistas se concentraron en los asuntos nacionales y percibieron amenazas como el socialismo y comunismo. Fin de la Guerra. (Mayo – septiembre de 1945).

CORRIENTES

EL CAPITALISMO

El capitalismo es el sistema económico fundado en el capital como relación social básica de producción. En el capitalismo los individuos privados y las empresas, empleando trabajadores asalariados, llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios, con el propósito de producir y acumular ganancias u otro beneficio de interés propio.
También se denomina capitalismo o sociedad capitalista a todo el orden social, político y jurídico originado en la civilización occidental y basado en aquél sistema económico. El orden capitalista se distingue de los anteriores por su movilidad social y por la regulación formal de las relaciones sociales mediante el contrato libre.
El capitalismo es concebido, al menos, de tres formas diferentes dependiendo del énfasis en la consideración de ciertas características como determinantes o intrínsecas, desde enfoques respectivamente políticos, culturales y sociales, sin que esto implique una exclusión mutua de las diferentes definiciones.
En cada caso existe una referencia en el origen etimológico de la palabra capitalismo a la idea de capital, y estas referencias son codependientes: quienes invierten, crean o adquieren capital permanecen como legítimos propietarios (capitalistas) durante el proceso de producción; la rentabilidad del capital invertido en un libre mercado de productos y servicios es el eje central de la vida económica.

MERCANTILISMO

Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el momento cumbre del mercantilismo.
Se puede entender al mercantilismo como un conjunto de políticas o ideas económicas que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte injerencia del Estado en la economía. Consistió en una serie de medidas tendientes a unificar el mercado interno y tuvo como finalidad la formación de Estados-nación lo más fuertes posibles.
El mercantilismo como conjunto de ideas económicas
Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término fue acuñado por Victor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La Riqueza de las Naciones

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham, la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que poseen. Cada nación debe pues acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional. Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su "balanza del comercio" (lo que corresponde en nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de dinero.
Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.
En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías.
"(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas"
A lo largo de estos siglos el mercantilismo vario de una nación a otra por ejemplo en España se baso en una actividad puramente exportadora en la defensa de los metales precioso que entraban desde América atesorándolos en lingotes básicamente.
El mercantilismo francés es muy diferente al español, al carecer Francia de minas de oro y plata, por lo que esta intentaba adquirirlos en los mercados exteriores, Jean Colbert ministro de Luis XIV institucionalizó la exportación de productos franceses para generar dichos metales.
Algunos de los aspectos desfavorables de esta doctrina fueron:
La moneda no es una medida de riqueza.
No todos los países pueden tener una balanza comercial positiva.
Ningún país puede sostener una balanza comercial favorable en el largo plazo.
El comercio puede ser mutuamente beneficioso para las naciones.

Planteamientos del mercantilismo sobre la usura
los planteamientos mercantilistas sobre la usura fueron:
• Imposición de impuestos altos en las colonias y en los puertos.
• Explotación de las personas en las minas para sacar una mayor cantidad de mineral.
• Negociación casi nula con los demás países

EL IMPERIALISMO

El imperialismo se puede entender como el dominio que ejercen las naciones más poderosas sobre otras más débiles. Pero generalmente se denomina imperialismo al proceso de expansión económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX, sobre todo a partir de 1870, y éste fue conocido como imperialismo librecambista. Durante este periodo, muchos países europeos, especialmente Gran Bretaña, se extendieron, primero de forma no oficial y más tarde anexaron territorios y formando colonias en África, Asia y el Pacífico. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de mercados y materias primas para la revolución industrial y se dio hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914 y permanecieron sus vestigios hasta la descolonización, en los años 60.
A partir de finales del siglo XIX el imperialismo se caracterizó sobre todo por la dominación económica impuesta por las potencias sobre naciones inferiores a éstas, ya que la dominación política cada vez fue más puesta en duda. A comienzos del siglo XX y durante la segunda postguerra, en los países subdesarrollados surgieron movimientos nacionalistas que muchas veces acabaron la colonización de otras potencias sobre ellos. En ese sentido se debe decir que en la actualidad la prepotencia de los países más poderosos se verifica más en el terreno económico que en el político, aunque una análisis exhaustivo de la evolución política del sur muestra la dependencia del norte también en lo político.
No obstante, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, se comienza a usar la denominación de "imperialismo" para referirse a dos nuevas potencias, más tarde enfrentadas en la Guerra Fría; son la Unión Soviética y Estados Unidos. En este sentido, una famosa cita del líder político inglés Winston Churchill, acerca de los vencedores en el conflicto armado, dice: "La historia la escriben los vencedores"; no obstante, surgirían diversas corrientes de opinión y movimientos sociales de distinto signo político o ideológico que mantendrían posiciones críticas o abiertamente contrarias a la visión predominante.
A finales del siglo pasado y comienzos de este (XXI) se imponen las posiciones norteamericanas; la preponderancia económica de los EEUU, conlleva además un predominio cultural, encabezado por industrias del entretenimiento como la cinematográfica y la musical. Este dominio económico-cultural, unido a la publicidad y en el consumo, se ha valorado por algunos sectores ideológicos como un tipo de colonialismo cultural (ver Pierre Bourdieu y Loïc Wacquant, Las razones del imperialismo), mientras que en el campo político, se ha calificado como imperialista la política exterior de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón principalmente, y su intervencionismo en diversos conflictos, siempre desde voces ideológicamente críticos con el capitalismo.


COLONIALISMO

El colonialismo es la influencia o la dominación de un país por otro más poderoso de una forma violenta, a través de una invasión militar, o sutil, sin que intervenga la fuerza. Los motivos pueden ser poder, riqueza o dominio. Esta dominación puede ser política, militar, informativa, cultural, económica o étnica.
También se le puede llamar neocolonialismo para hacer referencia a una dominación de tipo económico, e incluso político, sobre un estado jurídicamente independiente. En sentido similar se utilizan los términos imperialismo y nuevo imperialismo.
La importancia colonial y su historiografía ha tenido un gran rol dentro de las disciplinas históricas, y se ha visto robustecida en los últimos años a raíz de la necesidad de comprender mejor los procesos globales.
En términos generales puede decirse que las primeras colonias aparecen con los indigenas hace 5.500 años. Existieron colonias sumerias, babilónicas, egipcias, fenicias, cartaginesas, griegas, romanas, mayas, incas, aztecas, japonesas, chinas, hindúes, ghanianas, malianas, etc. En el siglo XV, la expansión europea dio lugar a colonias similares a las romanas, griegas, etc. en continentes como América Asia, Oceanía, prolongándose en los siglos XVI, XVII y XVIII.

EXPANSIONALISMO

Como una filosofía de funcionamiento, el expansionismo ha disfrutado de una vida larga y colorida en la historia del mundo. En su aplicación más amplia, el expansionismo es el concepto de ampliación de la participación geográfica de un país determinado, ya sea por intentar anexionarse el territorio circundante, o por obtener el control de las tierras que se encuentran lejos de la madre patria. A menudo, el expansionismo se intenta a través del proceso de agresión militar, con la idea de establecer nuevas fronteras políticas, tanto cercanos como lejanos.
Hay una serie de formas especializadas de expansionismo. Quizás una de las formas más conocidas de expansionismo es el colonialismo. Esencialmente, este es el proceso de construcción de un imperio en todo el mundo por hacerse con el control de las tierras cercanas y lejanas. Este tipo de construcción de un imperio puede ser ejemplificado por la carrera entre el Reino Unido, Francia y España para repartirse el Nuevo Mundo después de su descubrimiento. Mientras que otras naciones también trató de ampliar sus explotaciones por este método, estos tres eran con mucho los de más éxito durante un tiempo. La construcción del imperio de esta naturaleza implica a menudo un sentido de mandato divino, con un sentido de que Dios está dirigiendo la marcha a la adquisición de tierras adicionales. Por desgracia, esta ideología a menudo condujo a un total desprecio por los pueblos indígenas de las Américas, un punto negro que sigue siendo hoy en día.
expansionismo tomó una forma aún más oscura con el concepto de Lebensraum de Hitler . Vagamente definido como "espacio vital" la idea detrás de Lebensraum era que como el número de los miembros de la pura raza alemana amplió en número, sólo tiene sentido que se necesita más tierra para vivir y trabajar. Eliminación de los indeseables es una progresión lógica de esta línea de pensamiento. La eliminación de las personas que no eran considerados puros, tanto en Alemania como en los países vecinos, dejaba mucho espacio para la raza pura para ocupar su lugar legítimo en el mundo.
Irredentismo se ha utilizado también como los motivos de expansionismo. En esencia, este enfoque consiste en tratar de anexionar territorio y los une con otro país sobre la base del común origen étnico, cultural o histórico. Los actuales intentos de China para anexar a Taiwán son un ejemplo contemporáneo. Estrechamente asociadas con el irredentismo es la doctrina de revanchismo, que básicamente consiste en devolver los territorios que se perdieron en tiempo de guerra al país que originariamente tenía el control. Reunificación también está estrechamente alineado con el revanchismo y el irredentismo, con la diferencia de que los territorios separados son absorbidos de nuevo en el principal país de que puedan tener de buena gana se retiró de en el pasado. La re-asimilación del Sur tras la Guerra Civil Americana es un buen ejemplo de la reunificación.
Al final, el expansionismo es todo acerca de las fronteras y su extensión, tanto geográfica como políticamente, en la medida de lo posible

SURREALISMO

El Surrealismo
El Surrealismo (en francés: surréalisme; sur [sobre, por encima] más réalisme [realismo]) o superrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del dadaísmo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta André Breton. Buscaba descubrir una verdad, con escrituras automáticas, sin correcciones racionales, utilizando imágenes para expresar sus emociones, pero que nunca seguían un razonamiento lógico.
La meta surrealista y sus medios se remontan siglos antes al nacimiento del movimiento. Basta citar a Hieronymus Bosch "el Bosco", considerado el primer artista surrealista, que en los siglos XV y XVI creó obras como "El jardín de las delicias" o "El carro del heno". Pero fue en el siglo XX cuando surgiría el nacimiento de una vanguardia filosófica y artística que retomaría estos elementos y los desarrollaría como nunca antes se había hecho.


La primera fecha histórica del movimiento es 1916, año en que André Breton, precursor, líder y gran pensador del movimiento, descubre las teorías de Sigmund Freud y Alfred Jarry, además de conocer a Jacques Vache y a Guillaume Apollinaire. Durante los siguientes años se da un confuso encuentro con el dadaísmo, movimiento artístico precedido por Tristan Tzara, en el cual se decantan las ideas de ambos movimientos. Estos, uno inclinado hacia la destrucción nihilista (dadá) y el otro a la construcción romántica (surrealismo) se sirvieron como catalizadores entre ellos durante su desarrollo.
El surrealismo tomó del dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos. Extendieron el principio del collage (el "objeto encontrado") al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural, pintada en París en 1926.
Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.
En el terreno literario, el surrealismo supuso una gran revolución en el lenguaje y la aportación de nuevas técnicas de composición.
Masson adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Breton. Hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Breton, abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del surrealismo; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en una sola configuración. Óscar Domínguez inventó la decalcomanía (aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen). Además de las técnicas ya mencionadas de la decalcomanía y el frottage, los surrealistas desarrollaron otros procedimientos que incluyen igualmente el azar: el raspado, el fumage y la distribución de arena sobre el lienzo encolado.


jueves, 9 de septiembre de 2010

EL EXPRESIONISMO



El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición del fovismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas “vanguardias históricas”.
Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista –la “expresión”– frente a la plasmación de la realidad –la “impresión”–.
El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha calificado de expresionista la obra de diversos autores como Matthias Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco o Francisco de Goya. Algunos historiadores, para distinguirlo, escriben “expresionismo” –en minúsculas– como término genérico y “Expresionismo” –en mayúsculas– para el movimiento alemán.[1



Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos –lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido–. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior.
Después de la Primera Guerra Mundial apareció la llamada Nueva Objetividad, que si bien surgió como rechazo al individualismo expresionista defendiendo un carácter más social del arte, su distorsión formal y su colorido intenso les hacen herederos directos de la primera generación expresionista.
La transición del siglo XIX al XX comportó numerosos cambios políticos, sociales y culturales. Por una parte, el auge político y económico de la burguesía, que vivió en las últimas décadas del siglo XIX (la Belle Époque) un momento de gran esplendor, reflejado en el modernismo, movimiento artístico puesto al servicio del lujo y la ostentación desplegados por la nueva clase dirigente.



La vanguardia está íntimamente ligada al concepto de modernidad, caracterizado por el fin del determinismo y de la supremacía de la religión, sustituidos por la razón y la ciencia, el objetivismo y el individualismo, la confianza en la tecnología y el progreso, en las propias capacidades del ser humano. Así, los artistas pretenden ponerse al frente del progreso social, expresar mediante su obra la evolución del ser humano contemporáneo.[4
El término “expresionismo” fue utilizado por primera vez por el pintor francés Julien-Auguste Hervé, que utilizó la palabra “expressionisme” para designar una serie de cuadros presentados en el Salón de los Independientes de París en 1901, en contraposición al impresionismo.
El expresionismo surgió como reacción al impresionismo: así como los impresionistas plasmaban en el lienzo una “impresión” del mundo circundante, un simple reflejo de los sentidos, los expresionistas pretendían reflejar su mundo interior, una “expresión” de sus propios sentimientos. Así, los expresionistas emplearon la línea y el color de un modo temperamental y emotivo, de fuerte contenido simbólico.
Entendido como la deformación de la realidad para buscar una expresión más emocional y subjetiva de la naturaleza y del ser humano, el expresionismo es pues extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha calificado de expresionista la obra de diversos autores como El Bosco, Matthias Grünewald, Quentin Metsys, Pieter Brueghel el Viejo, El Greco, Francisco de Goya, Honoré Daumier, etc.
Pero su mayor inspiración provino del postimpresionismo, especialmente de la obra de tres artistas: Paul Cézanne, que comenzó un proceso de desfragmentación de la realidad en formas geométricas que desembocó en el cubismo, reduciendo las formas a cilindros, conos y esferas, y disolviendo el volumen a partir de los puntos más esenciales de la composición. Colocaba el color por capas, imbricando unos colores con otros, sin necesidad de líneas, trabajando con manchas. No utilizaba la perspectiva, sino que la superposición de tonos cálidos y fríos daban sensación de profundidad. En segundo lugar Paul Gauguin, que aportó una nueva concepción entre el plano pictórico y la profundidad del cuadro, a través de colores planos y arbitrarios, que tienen un valor simbólico y decorativo, con escenas de difícil clasificación, situadas entre la realidad y un mundo onírico y mágico. Su estancia en Tahití provocó que su obra derivase a un cierto primitivismo, con influencia del arte oceánico, reflejando el mundo interior del artista en vez de imitar la realidad. Por último, Vincent Van Gogh elaboraba su obra según criterios de exaltación anímica, caracterizándose por la falta de perspectiva, la inestabilidad de los objetos y colores, que rozan la arbitrariedad, sin imitar la realidad, sino que provienen del interior del artista. Debido a su frágil salud mental sus obras son reflejo de su estado de ánimo, depresivo y torturado, lo que se refleja en obras de pinceladas sinuosas y colores violentos.






fauvismo


El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente.

El Salón de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el grupo. El crítico de arte Louis Vauxcelles tras contemplar las gamas cromáticas estridentes y agresivas de los trabajos expuestos les atribuyó el término "fauves", que en español significa fieras. El nombre asignado era en origen un calificativo peyorativo, como les sucedió a otros movimientos artísticos del S. XX, pero fue asumido por el público y posteriormente introducido en la historia del arte sin connotaciones despectivas.
El movimiento se fraguó en torno a Henri Matisse y sus integrantes fueron André Derain, Maurice de Vlaminick, Henri Manguin, Albert Marquet, Jean Puy y Emile Otón Friesz. En 1906 se unieron también George Braque y Raoul Dufy.
El Fauvismo no fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto. Fue un mosaico de aportaciones en el que cada pintor acometía sus obras como una experiencia personal cargada de espontaneidad y de frescura. Les unió la actitud violenta con la que se enfrentaron a los convencionalismos de la época rechazando las reglas y los métodos racionales establecidos. Reaccionan contra el Impresionismo y contra la importancia que éstos habían dado a la luz a costa de la pérdida del color.
Los fauvistas creían que a través de los colores podían expresar sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar. No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores violentos para crear un mayor énfasis expresivo.
Emplearon una pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad emocional combinada con la máxima simplificación de elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.
Para hablar de los orígenes tenemos que recordar a Van Gogh y a Gauguin, ya que ambos huyendo del impresionismo, tomaron una ejecución libre y personal, impulsiva y pasional, a la vez que apostaron por obras intensamente coloreadas.

Considerado el líder de los fauvistas, fue el único de ellos que no cambió su dirección. Intenta expresar sentimientos a través del uso del color y de la forma.
La mayor parte de su producción de época fauvista son personajes campestres y urbanos, como Puente en Londres (1906) y muestran colores puros, a menudo aplicados sobre el lienzo directamente con el tubo, pinceladas irregulares y despreocupación por la perspectiva o por la representación realista.
La aparición del Fauvismo en Francia en 1905 fue paralela al expresionismo alemán, particularmente a los pintores del grupo Die Brücke. Ambos movimientos marcaron la aparición de lo emocional frente al estudio calculado y teórico de la realidad.
Hacia 1908 comienza a deshacerse el grupo de los fauves, cada uno de sus componentes seguirán caminos divergentes. A partir de ese año, el cubismo asumió la vanguardia, a la que pronto se inclinarán Braque y Derain principalmente.
Es el autor de paisajes dramáticos que se inspiran directamente el colorido y la pincelada de Van Gogh. Sus obras fauvistas producen brillantes contrastes cromáticos, como es el caso de Árboles rojos (1906).